Este viernes, 26 de noviembre, tuvimos la suerte de contar, para la primera beilada, con Emilio Manrique y Ana Rosa Abadía que nos hablaron sobre la colección de cerámica de nuestro museo.
Ambos forman parte de la Asociación de Amigos de la Cerámica Decorada y la Alfarería.
Emilio nos habló de que nuestra colección, en su mayor parte, está datada en los siglos XIX y XX y que es un claro exponenente de la etapa final de la sociedad tradicional de Serrablo.
Los objetos de alfarería de este período estaban omnipresentes en la vida cotidiana y se caracterizan principalmente por su funcionalidad.
Especialmente en esa época se localizaban estos objetos en el ámbito doméstico: en bodegas, despensas y recocinas. Aunque el gran almacén de vasijas se encontraba en la cocina, sobre todo para preparar, condimentar y cocinar los alimentos. Las vasijas para fuego eran sobre todo pucheros y cazuelas. También se usaban tinajas, para almacenar líquidos y alimentos, orzas, mieleras, etc.
También nos comentaron que hay objetos cerámicos asociados al ciclo vital humano, así nos encontramos con piezas pequeñas empleadas como juguetes por los niños, otras que formaban parte del ajuar de la novia y otras vinculadas a la muerte, como la vajilla que se usaba específicamente para las comidas de funeral.
Asímismo hay cerámica ligadas a creencias y ritos, como las cazuelas y ollas de cofradías y que, según estos expertos, el museo tiene una abundante e importante representación de las mismas.
Por último también se habló de la procedencia de estos objetos, así la mayoría provienen de los alfares de Naval, Bandaliés y también de alguno de Cataluña, de Bailén e incluso de Soria; y de los sistemas empleados (alambres y grapas) para arreglar las piezas que con frecuencia se rompían, ejemplo de una sociedad de escasez.
Una charla muy interesante y didáctica.