Una nueva exposición temporal, organizada por el Museo de Serrablo, se pudo contemplar entre los meses de julio y agosto en la Sala de Arte de Sabiñánigo.
En esta ocasión se pudieron ver 32 fotografías que retratan la vida cotidiana de nuestra ciudad, desde prácticamente sus orígenes a comienzos del siglo XX, hasta mediados de los años 70. Las instantáneas fueron de lo más diverso, desde personas en el día a día de su trabajo o la escuela, hasta otras disfrutando de los momentos de ocio (paseos por los alrededores, despedidas de quintos, fiestas de Santiago, partidos de fútbol, esquí, folklore, etc.). No fueron ajenos a esta muestra tampoco eventos importantes para el devenir de la localidad (Guerra Civil, visita de autoridades, etc.) o la instantánea de personajes famosos por todos conocidos (Carlos López Otín, Salvador López Arruebo, etc.).
La muestra complementaba a la del año anterior titulada "Las calles de Sabiñánigo".
Por el momento ha sido la que más afluencia de público ha tenido con 912 visitantes.
La tercera exposición temporal organizada por el museo de Serrablo se pudo visitar entre el 18 de julio y el 16 de agosto de 2009 en la sala municipal de arte de nuestra ciudad y llevó por título "Las calles de Sabiñánigo".
En ella se pudo ver un buen número de fotografías seleccionadas de las 159 instantáneas que aparecen en el libro homónimo editado el pasado mayo .
!!Gracias a todos!!.
En la muestra se pudo contemplar calzado de todas partes del mundo desde países tan remotos como Japón, Tanzania, pasando por Nicaragua o Canadá. En su gran mayoría eran piezas antiguas, del siglo XIX o principios del XX, y estaban acompañadas por sus correspondientes trajes.
Así, pudimos conocer el calzado que usaban los aborígenes australianos para no dejar huellas y despistar así a sus enemigos, los conocidos como "pies de loto" chinos, diminutos zapatos de tan solo 9 ó 10 centímetros, o el colorido calzado lapón de piel de reno curtida.
La brillantez de los colores y la espectacularidad de las formas hizo de esta exposición algo absoutamente deslumbrante.
La cantidad de material expuesto llevó a dividirlo en dos sedes: la sala municipal de arte de Sabiñánigo y alguna de las salas del museo de Serrablo.
Se organizó en torno a dos áreas complementarias: la primera titulada "El otro museo de Serrablo" conformada por piezas cedidas para tal ocasión por particulares y que se dividieron en tres secciones: indumentaria tradicional, instrumentos musicales y el rincón de la falsa, en la que se podían encontrar objetos de la más variada procedencia y utilidad.
La segunda área llevaba por título "El museo crece: últimos ingresos" en la que se recogía las últimas piezas que, hasta esa fecha, habían entrado en el museo como los utensilios de los sogueros de la familia Becerril de Huesca empleados para la elaboración de cuerdas, sogas o lizas; paralelamente, una proyección audiovisual mostraba todo el proceso de elaboración.
También se expusieron medidas de peso y capacidad empleados por la familia Lanaspa de Rasal para la elaboración de licores y otras relacionadas con la indumentaria tradicional.El número de personas que visitó esta exposición, la primera que organizaba el museo, superó los 1.100, todo un éxito y un estímulo para continuar con esta labor.
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