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sábado, 12 de octubre de 2024

En octubre, ciclo de conferencias en el museo

El museo ha organizado el Ciclo “Luz para el camino. De criaturas y fenómenos sobrenaturales” para los sábados 19 y 26 de octubre, a las 19 horas en ambas ocasiones.

Este ciclo se plantea como antesala de la noche de ánimas que se celebraba y, aún se sigue celebrando en algunos lugares, la víspera del día de difuntos (2 de noviembre).
Una festividad que honra la memoria de los fallecidos y en la que uno de los elementos más característicos son las velas, como las del cartel del ciclo, que se utilizaban para iluminar, para orientar a los difuntos en su camino al “mundo superior” y, también, para alejarles del de los vivos.
Y es que los muertos tienen un carácter ambivalente, por una parte, podían ser beneficiosos para sus descendientes: fertilizando los campos, su ganado, la caza, a ellos mismos, proporcionándoles perpetuidad en la descendencia, y otras veces actuando malévolamente, arrastrando a la enfermedad y a la muerte a los vivientes.

Para indagar en la verdadera función y simbología de esta celebración hay que tener en cuenta que, hasta el fin de la sociedad tradicional, creían que, después de la muerte, los espíritus de los difuntos seguían participando e interfiriendo en el mundo de los vivos.

Para que su intervención sea lo más favorable posible hay que portarse bien con ellos, brindándoles ofrendas en el momento oportuno. Todos los Santos y el día de difuntos están dedicados a aplacar y serenar a los muertos que de otro modo merodearían por las casas en la noche quejándose. Esta festividad permite que se les proporcione ciertas atenciones y los mantienen alejados del mundo de los vivos.
Una visión sobre la muerte y los difuntos muy distinta a la actual, en la que se siente pudor, se disimula y se esconde, no se integra en la vida cotidiana.

Esta celebración, como tantas otras, ha ido evolucionando y transformando a la vez que lo ha hecho la sociedad en general y, así, las creencias y elementos que llevaban asociados en otros tiempos, no muy lejanos, se han ido perdiendo o diluyendo con otros foráneos, como ocurre en la actualidad con Halloween.
Una transformación que nos habla de algunas de las características inherentes a la tradición: que no está fosilizada sino que es viva y dinámica.

    La primera charla: Historias de fantasmas en la antigua Roma, será impartida por Gonzalo Fontana, profesor titular de Filología Latina en la Universidad de Zaragoza.

Especialista en Filología Clásica y en Historia de las Religiones, es autor de diversas monografías académicas, de entre las que destacan varias relativas a la religión romana y al cristianismo primitivo: Ager: estudio etimológico y funcional sobre Marte y Voltumna; El Evangelio de Juan. La construcción de un texto complejo: orígenes históricos y proceso compositivo y Los orígenes del cristianismo en Asia Menor (a. 70-135). Textos e historia.
Sus investigaciones más recientes están centradas en el estudio de materiales epigráficos de época imperial romana procedentes de Jordania.
Es también autor de la traducción de las Obras de Terencio y coautor, junto con Juan Francisco Comendador, de Como un ayer que pasó, una pieza teatral que recrea el encuentro entre Antonio Machado y Oscar Wilde en el París de 1899.
En 2021 publicó el libro Sub luce maligna: una antología de textos, pertenecientes a todos los géneros y épocas de la literatura latina, que ofrece una compilación de pasajes relativos al oscuro y abigarrado catálogo de personajes y fenómenos sobrenaturales (espectros, casas encantadas, licántropos o muertos vivientes, entre otros) que poblaban los temores y las fantasías de la Roma de la Antigüedad, un asunto poco frecuentado por los manuales históricos al uso, más dados a reflejar una imagen augusta y estereotipada de aquella civilización.

En esta muy recomendable obra, podemos leer: “[…]Más allá de determinar si los romanos creían o no en tales o cuales figuras, más allá de señalar si las instancias sobrenaturales se manifestaban en el ámbito de lo público o en el de lo privado, lo auténticamente relevante es señalar que todos esos seres no eran sino una codificación específica de sus miedos, y sus angustias, de sus ilusiones y sus esperanzas […] la noción de “más allá”, habla siempre, en realidad, del “más acá” […] en cambio para nosotros, hijos-¿aún?- de la Ilustración y del pensamiento científico-técnico, el amplio y difuso espacio de lo sobrenatural constituye una región nítidamente separada de nuestra experiencia cotidiana y ajena, por supuesto, a lo que entendemos por la vida real”.

    La segunda conferencia, el 26 de octubre, se compondrá de dos partes.
Por un lado, asistiremos a la lectura musicalizada del cuento Las tres muertes de Blancanieves por su autor: Ander Berrojalbiz (violín) y Maider López (viola), integrantes del grupo Khantoria.
Esta es una versión trágica del cuento inspirada en el más antiguo manuscrito de los hermanos Grimm.

En la segunda parte, Ander Berrojalbiz impartirá la charla titulada: Las tres muertes de Blancanieves. Manzanas envenenadas, brujería e infanticidio en el Pirineo.

En su libro: Akelarre. Historias nocturnas en los albores de la gran caza de brujas, el autor recoge un documento inédito de un juicio por hechicería celebrado en Baja Navarra en 1370. En él, los acusados, un hombre y una mujer, confesaban bajo tortura haber repartido manzanas envenenadas en la región. Se cree que es la fuente más antigua conservada en Europa con una acusación o confesión semejante.

En otros artículos sobre brujería y creencias populares en las tierras vascas, trata el complejo mítico y narrativo que desde hace más de veinte siglos acompaña a la historia de la hechicería y la brujería; y sostiene que, tal vez, ese corpus mítico se creara con el objeto de dar una explicación sobrenatural a las muertes repentinas, incomprensibles y contra natura de niños recién nacidos o de corta edad, así como, tal vez, de coartada para los infanticidios de hijos no deseados.

Ander Berrojalbiz es profesor de Historia de la Música en el Conservatorio de Durango y violinista de Khantoria, agrupación de la que es fundador, e investigador. Ha publicado, además del libro que nos ocupa: Akelarre. Historias nocturnas en los albores de la gran caza de brujas, La hija de los herejes o Los penúltimos días de la humanidad, o artículos como “Y prenden luz ante los sepulcros. Un testimonio insólito acerca del culto a los difuntos en la Vizcaya del siglo XV”, etc.

martes, 1 de octubre de 2024

Bolivia en Sabiñánigo

Esta pasado sábado tuvo un lugar un nuevo encuentro del Ciclo "Alrededor de una mesa", en el que Bolivia fue protagonista gracias a la colaboración de Juani Ramos y Eva Mondaque, a las que se unieron Alia Belén y Liz Dayana Velasquez.

Las dos primeras provienen de la zona tropical y las dos últimas, del altiplano. 

Bolivia es un país con una geografía muy diversa, con tres regiones principales: la andina, la subandina o de los valles y la región tropical o de los llanos.
Cada zona tiene una gastronomía propia debido a las características de relieve, de clima, de las influencias de otros países, etc.

Antes de empezar a cocinar, las cuatro participantes nos hablaron de su país (Bolivia es uno de los países menos explotado a nivel turístico, posee el salar más grande del mundo: el salar Uyuni, y su capital es la ciudad de Sucre, no La Paz, como siempre se dice); y cómo no, hablaron de su experiencia personal: de cuántos años llevan fuera de su país, de las razones por las que recalaron en nuestra ciudad y lo bien que se han integrado y se encuentran en Sabiñánigo.

Nos hablaron de las características de sus zonas de origen: del altiplano y su tiempo cambiante, en el que en un mismo día se dan las cuatro estaciones, del lago Titicaca; y de la zona más oriental, en contacto con Brasil, de la extracción del caucho: de la riqueza que trajo y de las transformaciones culturales y sociales que provocó; como curiosidad, decir que se implantó una colonia de japoneses muy numerosa y que, como consecuencia, muchos habitantes de la zona tienen algún apellido japonés.

Los platos que conocimos, y probamos, el sábado son típicos de la zona tropical, donde se dan gran variedad de frutas y verduras y donde el peso de la ganadería es muy importante de ahí que, en muchos platos, se use queso como uno de sus ingredientes principales.

Eva y Juani elaboraron unas riquísimas empanadas de harina de trigo, también de arroz que se envuelven en hojas de plátano, y cuñápe, que es una bolita que se hace con harina de yuca y queso y que se cuece en el horno posteriormente. 
El cuñapé es típico de Santa Cruz, de donde proviene Eva, quien nos habló también de la sopa de maní, una deliciosa combinación de cacahuete molido, carne y vegetales que producen un caldo espeso y reconfortante.

Además de esta comida, probamos chocolate con leche, hecho con la pasta de cacao que elabora en casa la abuela de Juani (en todas las casas se cultiva cacao), y chicha camba, bebida a base de harina de trigo tostada, canela, clavo, azúcar y agua. Se toma bien frío para refrescarse y combatir el calor.

Desde el museo queremos agradecer a Eva, Juani, Alia Belén y Liz Dayana su colaboración para hacer posible esta actividad y, sobre todo, el trabajo invertido y la ilusión con la que han preparado este encuentro, que nos ha dado la posibilidad de conocer mejor Bolivia sin salir de Sabiñánigo: un pueblo, como dijo Juani, "hecho de pueblos", al igual que los lugares de origen de estas cuatro mujeres.

Agradecer, como no, al Hogar de Mayores por dejarnos usar sus instalaciones.