La antropóloga nos comentó que el tema del tiempo no es, ni era, un tema valadí ya que afirmó que "quien controla el tiempo, tiene el poder". Puso ejemplos de muchos períodos históricos que ratifican esta afirmación, y es que todos los gobernantes han querido, de una manera u otra, organizar el tiempo de los individuos.
También dijo que cada sociedad ha desarrollado una idea de tiempo determinada; y así lo podemos ver en la sociedad tradicional y en la moderna, sin ir más lejos.
Comentó que los cambios que se producen, en cualquier ámbito, no son inmediatos ni anulan el bagaje anterior sino que aún, en nuestros tiempos, perduran costumbres de siglos pasados.
Diferenció, asimismo, entre un tiempo personal y un tiempo social.
Por último, hizo hincapié en el concepto de difunto y el de antepasado (difunto que tras una serie de ritos realizados por sus familiares se transforma en antepasado, que es a lo que se aspira a ser).
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